Espacio Político

25 de abril de 2017

Por Miguel Ángel Meléndez Nava

 

Una vez que se cumplieron los primeros cien días de gobierno, tanto en el gobierno del estado como las  presidencias municipales y presidencias de comunidad, ya terminaron su tiempo de decir  que están conociendo ya es hora de que deben demostrar su trabajo,   la sociedad tlaxcalteca ya  valoró  a sus nuevas autoridades, y los números en su mayoría  son rojos, de ahí que es urgente que las nuevas autoridades  terminen   su luna de miel y se pongan en serio a trabajar, ya que  de ahora en adelante la ciudadanía exigirá, hechos no discursos, exigirá   gestoría y  trabajo, demandará  dejar  a un lado la simulación y reclamará el no  seguir  echando   culpas a sus antecesores.

De cien días en adelante, los gobiernos deben trabajar o como dice el pueblo ponerse las pilas, tanto  los funcionarios gubernamentales como  los presidentes municipales y de comunidad,   no pueden decir que no conocen o que no saben cuál es su responsabilidad,  todos cobran y por lo tanto  tienen una responsabilidad que  deben asumir si no quieren que los rebase la sociedad tlaxcalteca.

En lo que corresponde al gobierno del Estado, Marco Mena, en sus primeros cien días de gobierno, ha tenido dos facetas de trabajo, una buena y una mala, la primera se dio desde su toma de protesta, ya que en su primer  discurso se deslindó de las actitudes prepotentes y autoritarias del anterior gobierno, lo que creo grandes expectativas, pues sus primeras decisiones  como gobernador de  regresar 16 notarias, de no utilizar el helicóptero del gobierno  como taxi, de  buscar alternativas para que la famosa plaza bicentenario deje de ser un elefante blanco,  pero  principalmente  el cambio de actitud y   trato directo del gobernador con la ciudadanía sin  guaruras ni  protocolos, dio la lectura de un cambio anhelado por los tlaxcaltecas, hasta ahí todo bien,  pero como siempre surgen dudas y decisiones que crean la incertidumbre  y una que ha sido muy marcada es que  el gobernador  sólo haya  cambiado a los titulares de las principales secretarias, e incluso  ratificar a algunos funcionarios, lo que  la ciudadanía tlaxcalteca, lo ve como un continuismo, ya que por décadas la gente sabe que cuando un gobierno termina, el nuevo gobierno,  debe cambiar sus funcionarios, como una norma no escrita, esta decisión y la actitud  de algunos  funcionarios de la anterior administración de no estar comprometidos  con el proyecto del gobernador, ha  sido la causa de que el gobierno de Marco Mena, sea cuestionado, por algunos líderes partidistas y por algunos medios de comunicación, aunque analizando cómo ha ido caminando Marco Mena,  después de cien días no todo debe ser pesimismo, ya que la visita de diferentes Secretarios de Estado, seguramente no es fortuita, yo creo que es  una señal de que Tlaxcala, está en el ánimo del Ejecutivo Federal, de ahí que nuestro estado,  puede acceder a los apoyos de los diferentes programas que tiene la federación, fue bueno saber que nos visitó el Secretario de Hacienda, el Secretario de Salud, el Secretario de Gobernación y varios directores, toca ahora a los secretarios del gabinete gubernamental, a los presidentes municipales y a los delegados federales, coordinarse para bajar recursos, la pregunta es ¿Habrá capacidad, conocimiento y disposición de los funcionarios para trabajar por Tlaxcala?, o como siempre, cada quien trabaja por sus intereses personales, de grupo y hasta  partidistas.

En lo que corresponde al trabajo de los presidentes municipales y de comunidad, su trabajo ha sido en su mayoría muy cuestionada, ya que en el caso de los Ediles, estos  están más preocupados en adquirir camionetas de lujo para su uso personal, que en elaborar proyectos estatales y federales para la realización de obras en beneficio de sus gobernados, las pocas  obras que han inaugurado fueron hechas por sus antecesores, aunque la mayoría de comunidades están abandonadas sin servicios básicos y sin un plan municipal de desarrollo, después de cien días la mayoría de presidentes municipales, siguen lamentándose de los expresidentes, diciendo  que se llevaron todo, que les dejaron deudas y un sinnúmero de lamentos, lo malo es que no hacen denuncias formales, lo que los hace cómplices, en lo que corresponde a los presidentes de comunidad, poco o nada   se puede decir de ellos, la mayoría están en su confort, cobrando  sueldos de  más  de 20 mil pesos mensuales, con gasto corriente de más de 10 mil pesos mensuales, y cobrando derechos de piso a comerciantes que hacen negocio en sus comunidades de más de 5 mil pesos mensuales, lo que los hace funcionarios de lujo, aunque dicen lamentarse de no tener voto en los cabildos, si esta actitud no cambia, tanto de  presidentes municipales  como de los presidentes de  comunidad en un futuro no muy lejano pueden tener problemas serios con sus gobernados, no hay que olvidar que sus periodos son de 4 años 8 meses y si no hay obras y servicios básicos, no creo que terminen todos sus gestiones.

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