Se acaba el “Sueño Americano”

6 de febrero de 2017

Por Pedro Morales

 

Una dura realidad ya se vive en suelo tlaxcalteca, desde el endurecimiento de la vigilancia migratoria en la frontera con los Estados Unidos; pero con la llegada de Donald Trump y sus declaraciones se teme el arraigo de migrantes centroamericanos en Tlaxcala.

Cada día aumenta el miedo y el flujo de migrantes centroamericanos que van de regreso a lomo del tren “La Bestia”, sin haber alcanzado el anhelado “Sueño Americano”

Crece el temor por la construcción del muro, pero el terror no se compara con las amenazas de muerte de la delincuencia organizada que se las tiene jurada a los migrantes centroamericanos en su país de origen y quedan atrapados en territorio nacional.

Activistas a favor de los migrantes en Tlaxcala de “Un Mundo, Una Nación”, revelan que la otra cara de la moneda en el tema migrante que ya se vive en Tlaxcala, donde se vislumbra una crisis humanitaria mundial que se complicará este 2017.

Consideraron que es necesario modificar el modelo económico y policiaco, para establecer políticas de inclusión y refugio, pues “México se convierte en un país de destino y Tlaxcala no es la excepción”.

Elías Dávila Espinoza y Sergio Luna, integrantes de la organización Un Mundo una Nación, exhortaron a las autoridades estatales y municipales próximas “a ver a la migración como una realidad y a reconocer delitos graves cometidos contra centroamericanos”.

El presbítero Dávila Espinoza informó que en cinco años 27 mil personas han sido recibidas en el albergue “La Sagrada Familia” y la mayoría son de origen hondureño, salvadoreño, guatemalteco y nicaragüense, el año pasado fueron más de cinco mil y durante enero de 2017, ya sumaron 316.

Vienen en su mayoría de honduras, luego son salvadoreños y cada vez menos guatemaltecos y uno que otro haitiano, ya que ellos toman las rutas carreteras para evitar viajar en “La Bestia”.

Pese a este número, “las autoridades estatales y municipales desconocen la magnitud del fenómeno, así como el impacto, o tal vez no quieren reconocer, que es similar al de la trata, parece una “política constante el negarlo”, expresó.

El investigador de la Facultad Latinoamericana de las Ciencias Sociales (Flacso México), Rodolfo Casillas, refirió sobre las condiciones de discriminación y violencia hacia este sector,

Refiere que entre 2007 y 2106, se perpetraron en esta entidad 2 mil 452 secuestros contra esas personas carentes de documentación, las cuales fueron rescatadas por la Policía Federal.

Dichas estadísticas fueron elaboradas con base en información del Observatorio Nacional Ciudadano, Análisis Integral del Secuestro, 2014, México.

Sergio Luna apuntó que esto es parte del contexto adverso en el Estado, pero lamentó que las autoridades se muestren herméticas y no atiendan el fenómeno.

“Ya entre 2012 y 2013 se reportaba el reclutamiento forzado de migrantes por parte de grupos del crimen organizado, documentado por organizaciones civiles, como Ideas, con la cual hemos trabajado algunos temas”.

Destacó que tampoco se debe dejar de lado que Puebla y Tlaxcala son un corredor de trata de personas, sobre todo de mujeres, por lo que estudios realizados en la materia reconocen que en algún momento pudieran cruzarse ambos fenómenos, por lo que deben ser monitoreados.

El activista retomó el diagnóstico efectuado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos  (CEDH) sobre población migrante que sufre discriminación y abusos por parte de servidores públicos de los tres niveles de gobierno.  “Esto no ha cambiado”.

Hizo notar que niños y niñas migrantes son estigmatizados y enfrentan una alta vulnerabilidad. Agregó que los operativos del INM han aumentado en Apizaco, al igual que el uso excesivo de la fuerza en su contra.

Sin contar que en la llamada ruta de la muerte del migrante a bordo de “La Bestia”, las agresiones son el pan de cada día, porque a cualquier hora los asaltan, los violan y los matan.

En la región de Apizaco se suman las agresiones con armas de fuego a manos de  los garroteros o vigilantes de Ferrosur, quienes sostienen una lucha encarnizada con bandas de asaltantes que operan en la zona de Huamantla.

La cuestión es que en Tlaxcala se habla de la defensa legal de nuestros paisanos en 50 consulados de México en los Estados Unidos, pero no se habla de una estrategia para generar empleos que absorban la demanda de los repatriados que vienen.

Existe mucho nerviosismo entre nuestros paisanos del otro lado de la frontera, se habla conservadoramente de cien mil tlaxcaltecas, la cuestión es que no hay cifras confiables y la verdad sabemos que no cuentan con documentos.

El reto es grande para este nuevo gobierno, pero más para los que vienen que van a encontrar un Tlaxcala muy diferente, con menos oportunidades que se reducen a  medida que los migrantes centroamericanos se queden a vivir en nuestro territorio… AHORA VIENEN PARA QUEDARSE.

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