En la Opinión de Tlahuicole
Tiempo de elecciones Tiempo de recordar:
Empieza la guerra sucia de los medios. Por supuesto eso no es criticable, en el amor y la guerra todo se vale y en política hasta lo que no se debe de valer en el amor y la guerra se vale, esto es: piquetes de ojos, jalones de cabellos, patadas en las espinillas y por debajo de la mesa. Es más hasta por atrás de los coches se vale.
Y el gran negocio del periodismo actual es, DENOSTAR, si, a falta de un candidato que valga la pena se dedican a denostar al de enfrente, esa práctica ha dado resultados pues pareciera que los chismes son mas productivos que las mismas propuestas y la experiencia política.
A pesar de los asesinatos y el maltrato del que han sido objeto todo el sexenio, el periodismo tlaxcalteca se va por la libre, quien paga manda. Dicen por ahí, eso es lo que le gusta a la gente. Será???
Yo pertenezco a ese grupo de gente y no me gustan las mentiras, ya me han mentido en todo lo que va del sexenio. Y no creo que mal hablando a una persona haga mejor a la otra.
Yo pertenezco a ese grupo de aspiracionistas clase medieros maltratados por la política de morena.
Yo pertenezco al grueso de los ciudadanos que daríamos lo que fuera por un Tlaxcala mas seguro y no el Tlaxcala actual.
Asesinatos en Tizatlán, asaltos a plena luz del día, robo a tiendas, robo a casa habitación en volcanes, robo de autos, (partes y autos enteros), asaltos en la central camionera, calles en estado deplorable, una alcantarilla cerca del mercado que esta por hundirse, PELIGROSAS ALCANTARILLAS ABIERTAS EXACTAMENTE FRENTE DE SECODUVI, de verdad, no hay un solo lugar de Tlaxcala que no se salve del que decir, ese es el Tlaxcala de Corichi, esa es la herencia que tendrá el hijo del hombre o será que ser hijo del hombre le dé la capacidad suficiente para llevar a cabo un buen gobierno???
Eso esta por verse y no juzgar antes de tiempo. Lo que si se puede juzgar es lo que se sabe y a pesar de que el dicho dice que lo que se ve no se juzga, la verdad es que si vale la pena comentarlo.
Dicen los que están cerca, una de las virtudes de Tlaxcala es que todo se sabe, que el candidato de morena a la capital del estado, esta pagando a los operadores de a pie, $6,000.00 semanales y a los operadores de cabecera $12,000.00 ciertamente esto no debería de ser y no es creíble, pues la mayoría de sus operadores son infelices expriistas que se conforman con la foto y llevarla a su casa para que su familia vea que está metido en política. Con la eterna promesa de -ya me dijo que me va a ir muy bien!!!!- Ah y además la usan flamantemente como foto de perfil y las fachadas de su casa repletas de lonas que más tarde serán la casa del perro.
Pero esto nos debe servir de parámetro y la pregunta es: cuanto le estará dando a la prensa??? Los periodistas en Tlaxcala, aunque poquiteros, siempre piden algo, desde una torta de jamón, hasta una comida en Xochuca, dependiendo el rango del periodista ya que solo en época de campaña pueden asistir a esos lugares, por supuesto, a costillas de los candidatos.
¿¿Sabemos que la prensa es el cuarto poder, será que tengan los tamaños para hacer de un candidato de un partido decadente un hombre de poder??
Lo sabremos el dos de junio, cuando todos los tlaxcaltecas salgamos a las urnas, ojalá conscientemente de que no todo lo relumbra es oro, que la juniorada, sin oficio político, no es la solución a los problemas de la gran ciudad.
Que aquel que paga para ganar, evidentemente quiere recuperar su inversión.
Debemos salir a votar por quien tenga el oficio político y conocimiento de los temas que afectan a la capital, SEGURIDAD, economía, salud, limpieza, ordenamiento territorial, etc. Que nos garantice un estado de derecho, que podamos salir a la calle con confianza, que no aviente el cargo en el 2026 para ser gobernador, que no se olvide de las propuestas de campaña y sobre todo que no se repita nunca más el efecto Corichi.
En esta elección los tlaxcaltecas para la capital tenemos buenos candidatos, uno famoso por ser Jr., dos chavalines con ansias de novilleros, buenos los dos, pero de poca experiencia y una mujer de política, con un curriculum académico y administrativo impresionante, pero… no se mocha con la prensa.
Debemos elegir alguien que tenga la experiencia y el oficio para dirigir una presidencia municipal.
Eso, no se hereda. Le podrá usted heredar a su hijo, si tanto lo quiere, los ranchos, las propiedades, dinero, pero nunca, jamás, le va a heredar el oficio político, el carisma. Cuantas veces no sucede que el papa quiere que el hijo sea doctor…. Y resulta que al muchacho se desmaya viendo sangre.
La presidencia municipal es más seria, es una responsabilidad, es un gran compromiso, lejos esta de ser un capricho, una herencia o una moneda de cambio donde una prensa mal habida a base de exageraciones y calumnias levanta a un candidato, no por sea bueno, sino por que tira al otro.
De por si no tenemos candidatos que valgan la pena, de verdad, debemos darnos cuenta de lo mal que estamos y lo pésimo que están los partidos políticos, por tanto, nosotros, la ciudadanía no debemos caer en ese perverso juego de los dimes y diretes, de los chismes, las calumnias y la estira y afloja.
Debemos ir a la urna con un voto razonado, un voto digno, sentirnos orgullosos de lo que estamos sufragando, debemos votar por la tranquilidad de nuestras casas, de nuestras familias, de las comunidades enteras.
Es Tlaxcala la que está en juego, es la dignidad de Tlaxcala la que se está arriesgando.
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